No más violencia contra las mujeres
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, una de cada tres mujeres en América experimenta durante su vida violencia física o sexual por parte de su pareja o violencia sexual por parte de alguien que no es su pareja.
El 20% de las mujeres en este continente informan haber sido víctimas de abuso sexual cuando niñas. Las jóvenes de entre 15 y 19 años son las más expuestas al riesgo de violencia física o sexual, y muchas de ellas indican que su primera experiencia fue un acto que no buscaron o que les fue impuesto.
Si bien se trata de un problema social, tiene muchas implicancias de salud. Estudios realizados en varios países revelan que los embarazos no deseados, las infecciones de transmisión sexual y los abortos espontáneos son más frecuentes en las mujeres que informan haber sido víctimas de violencia.
Estos ataques no solo provocan lesiones o incluso la muerte, sino que además tienen una repercusión poco reconocida en la salud reproductiva de las mujeres, que se traduce en más complicaciones en el embarazo, así como en embarazos no deseados, abortos espontáneos e infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH.
Hay estudios en los que también se ha consignado que la violencia es una causa importante de mortalidad materna. La violencia infligida por la pareja fue la causa principal de muerte materna-responsable de 20% de esas defunciones- en tres ciudades de Estados Unidos entre 1993 y 1998. Entre 3% y 44% de las embarazadas en América Latina y el Caribe informan haber sufrido actos de violencia por parte de su pareja durante el embarazo.
La violencia intrafamiliar es una manifestación inhumana del abuso de poder del hombre sobre la mujer, porque el daño es realizado por un ser querido, conocido y cercano. Lleva a la anulación de la mujer y, en casos extremos, al asesinato.
Desde que en Chile se promulgó la ley 20.480, el número de femicidios ha disminuido, pero aún es significativo. Se han registrado 39 casos en lo que va del año, lo que revela que falta aún mucho para lograr un cambio cultural.
La pasada desgracia ocurrida el día 20 de noviembre con el incendio en el campamento Luz Divina, ubicado en el sector norte de La Chimba de nuestra ciudad, nuevamente reafirmó la precariedad en la que viven cientos de familias chilenas y extranjeras en todo el país, pero más puntualmente, aquellos que han venido a buscar su oportunidad a la pujante Antofagasta. Aquí, muchas veces, se encuentran con una realidad hostil en cuanto a prejuicios de algunos con aquel que es de afuera y una hostilidad económica por los altos costos de vida que deben asumir quienes deciden vivir acá.
Pero algo bueno dejó en evidencia esta desgracia: gente anónima, el simple ciudadano, aquellos que con altura de miras siempre están dispuestos a ayudar, a tender su mano por aquellos que sufren o están pasando momentos difíciles, se hicieron presentes.
Fueron cientos las personas, entre ellas jóvenes, adultos y ancianos los que no se sintieron ajenos a la desgracia ocurrida y desde el primer momento se movilizaron para llevar un poco de ayuda, de acuerdo a sus posibilidades, tanto en víveres como en trabajo voluntario, mediante alguna organización social.
Mediante un simple acto fueron capaces de destinar su tiempo para llevar alegrías, trabajo, esfuerzo y ánimo a las familias afectadas.
Esto es lo que nos enorgullece de la ciudadanía. Cuando participa, se organiza y da solución a problemáticas existentes que no siempre se ven.
Asumir esa responsabilidad y no delegarla a otros nos parece rescatable.
El pueblo anónimo y solidario se organizó para levantar una esperanza de mejor vida y demostrarles a aquellos que quedaron indefensos que en Antofagasta, nuestra Antofagasta, hay personas con una empatía enorme.
Antofagasta se despierta y se niega a ser una ciudad que se pierde en el deseo de consumo material y de la indiferencia adquirida.
En una reunión de hombres de estudio realizada en la Biblioteca Popular, a la que habían concurrido varios abogados, se recordó la promulgación del Código Civil por el presidente Manuel Bulnes, en 1855. Era la obra monumental del sabio venezolano, Andrés Bello que empezó a regir el 1 de enero de 1857.
La escasa higiene de un local comercial es la explicación para la intoxicación de seis personas que consumieron queso de vaca comprado en una carnicería. Las pericias fueron realizadas por funcionarios de salud quienes no tuvieron complicaciones con los equipos, pero sí con la forma en que eran mantenidos los alimentos.
"La equidad y el progreso están en riesgo por las políticas públicas del Gobierno".
Expresidente haciendo una crítica a la actual administración
"Celebramos la decisión de Aladi, de respaldar el reclamo de Bolivia".
Vicecanciller boliviano y decisión de la Aladi en controversia con Chile
Pese al inicio de las primeras obras para remodelar el balneario El Trocadero, son miles los antofagastinos que siguen llegando hasta el centro de descanso ubicado en el sector norte de la ciudad. El proyecto supone la inversión de $1.093 millones y debe ejecutarse en un plazo de 12 meses, por lo que estará listo en 2016.
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