Recientemente nos enteramos que las muestras de metales pesados realizadas por el Instituto de Salud Pública (ISP), tomadas en abril en el borde costero, se entregaron al mes siguiente a la seremi de Salud, Lila Vergara y recién este mes fueron hecha públicas por la exigencia del concejal Jaime Araya, apelando a la Ley de Transparencia. Lo más grave, no es la falta de diligencia de la seremi, sino, descubrir que no existen normas de referencia de metales pesados en polvo sedimentable.

¿Por qué este actuar irresponsable del Estado?

La agrupación Estepolvotemata dio a conocer las cifras del ISP bajo la normativa holandesa (país Ocde) configurando una "trágica realidad". ¿Qué han hecho nuestros parlamentarios? ¿Y los actuales con esta información? El senador Pedro Araya, anunció gestiones con el Ejecutivo, para lograr un proyecto de ley que regule la cantidad máxima de metales pesados y el resto aún no se han manifestado. Los intendentes del gobierno anterior promovieron un terminal de concentrado de cobre en el puerto y La Chimba, el actual, con conducta errática, la alcaldesa... y el Core autorizó un gasto de 3.086 millones para identificar la fuente de emisión en distintas comunas. ¿Estos señores vivirán en Antofagasta que no pueden identificar las fuentes contaminantes?,

La esperanza es la ciudadanía, como el Colegio Médico presidido por el Dr. Aliro Bolados, con su actuar histórico de altruismo por la salud y el medio ambiente, fueron los primeros que denunciaron esta irresponsabilidad y siguen trabajando. Han nacido agrupaciones como "Estepolvotemata", "+Antofagasta". Tenemos autoridades consientes como los concejales Jaime Araya, con su actuar diligente desde un principio, los médicos Hugo Benítez y Antonio Cárdenas, los alcaldes de Tocopilla y Calama, y los ciudadanos con sus familias que participan semanalmente en las protestas del día domingo.

¡Despierta Antofagasta! triunfará la coherencia, aunque no tengamos autoridades de verdad.