Académico del recuerdo
Con gorra inglesa y acompañado de Germana Fernández subió al bus en el terminal de calle Condell de Antofagasta, el escritor Mario Bahamonde a fines de 1978, listo para emprender un largo viaje a Santiago para recibir la designación de Miembro Correspondiente de la Academia Chilena de la Lengua. La distinción también la obtuvo en la oportunidad Andrés Sabella.
Junto a Sergio Gaytán lo fuimos a despedir sin intuir que sería la última vez que yo lo viera con vida, ya que el creador de "El Caudillo de Copiapó" falleció el 30 de noviembre de 1979.
En 1976, nos habíamos reunido en su casa de General Velásquez para dialogar de literatura mientras el gato Anónimo se desplazaba entre libros y el cuello de Mario, que se dejaba acariciar, degustando un generoso tinto.
El cartero golpeó con su característico sonido y en un sobre café claro venía la prueba de página de su novela "Ruta Panamericana" para la revisión final que necesitaba la Editorial Nascimento. Yo nunca había visto una prueba de página de un libro por imprimir. Gaytán abrió el paquete, con ansiedad ojeamos el texto y de inmediato descubrimos un error que con presteza deslizamos hacia el margen con lápiz rojo.
Con nuestro desconocimiento del norte le consultamos a Bahamonde por el significado del nombre Marusia, ya que el año anterior Miguel Littin había postulado al Oscar con un filme titulado "Actas de Marusia".
-"Es una oficina salitrera donde hubo una matanza de obreros".
Nos aclaró con expedición para poder entender el filme que el Canal Nacional adquirió para no proyectarlo jamás. Es una matanza que perpetró el ejército y que filmó Littin en su exilio en México, cuyos detalles nos narró el realizador en Copiapó más tarde.
Eran tiempos de diálogos maestros junto a Sabella, De la Barra, Bermúdez, Chamudez, los curas Donoso, Aldunate y Mirabet; los pintores Silva, León, Berchenko, Lamberg; Guardia, Pinto y M.T.Castro en teatro, además de M. Durán. Otros tiempos que reviven en Sergio Gaytán.