La inclusión de tres clubes de Crimea en la Liga rusa ha desatado una guerra futbolística que podría dejar a Rusia sin Mundial 2018, si prospera la demanda de sanciones remitida por Ucrania a la FIFA y a la UEFA.
'Crimea es un territorio ocupado y así lo reconoce todo el mundo. Consideramos que la FIFA y la UEFA deben reaccionar lo antes posible', aseguró a Efe Maxim Bóndarev, director ejecutivo de la Federación Ucrania de Fútbol (FUF).
A cuatro meses que el Kremlin se anexionara la península ucraniana, la Unión de Fútbol de Rusia (UFR) abrió de par en par el pasado 8 de agosto las puertas a tres clubes crimeos.
Son dos equipos que disputaron la pasada temporada la división de honor ucraniana, el TSK de Simferópol (antiguo Tavria) y el SKCHF de Sebastopol, y el Zhemchúzhina de Yalta, que ahora están registrados jurídicamente en Rusia.
'¿De qué puede quejarse la Federación Ucraniana de Fútbol? (...) éste es un asunto interno. Rusia es miembro de pleno derecho de la FIFA y de la UEFA', afirmó Vitali Mutkó, ministro de Deportes ruso y hombre de confianza del presidente ruso Vladímir Putin.
Ucrania considera que la política de hechos consumados de Rusia supone una flagrante violación del reglamento de la FIFA y la UEFA, a la que la UFR no habría solicitado autorización sobre el estatus de los clubes de fútbol de Crimea.
No obstante, el presidente de honor de la UFR, Viacheslav Koloskov, asegura que la parte rusa sí informó a los organismos internacionales y recordó que la FUF rechazó celebrar una reunión para encontrar una solución al contencioso.
Una vez se confirmó que los tres clubes crimeos jugaron en la Copa de Rusia, el presidente de la FUF, Anatoli Konkov, remitió una carta a los presidentes de la FIFA, Joseph Blatter, y UEFA, Michel Platini, en la que exige sanciones contra Rusia.
La FIFA confirmó la recepción de la carta y aseguró estar al tanto que los clubes crimeos tomaron parte el 12 de agosto en la Copa de Rusia. 'La postura de la FIFA se basará en las correspondientes decisiones que tome la UEFA', informó un portavoz de la organización a la agencia rusa Interfax.
Bóndarev precisó a EFE que en la carta Ucrania prefirió no especificar qué clase de sanciones la FIFA y la UEFA deben imponer a Rusia, aunque los deseos de Kiev son un secreto a voces.
El precedente que a todo el mundo le viene a la mente es el de Yugoslavia, cuya selección de fútbol fue excluida en 1992 de la Eurocopa de Suecia.
Ello sucedió diez días antes del inicio del torneo y cuando el equipo ya se encontraba en tierras escandinavas.
1992