'La Perla ya no me pertenece y, lamentablemente, parece que tampoco le pertenezco ni le sirvo de mucho', 'el monstruo minero es grande y pisa fuerte'.
Estos dos sentimientos entrecomillados resumen el contenido de la carta publicada ayer en 'El Mercurio de Antofagasta' y que pertenece a David Esteban Martínez Durán, arquitecto que el primer día del mes cumplió recién 38 años. Casado con Andrea Caro, con un hijo, Borja, que en octubre cumplirá tres, 'y que me tiene loco'.
David tiene la suerte de haber nacido y crecido en pleno centro de la ahora capital minera, Ossa con Sucre, 'cuando dominaba el mar y los cerros', algo que hoy es imposible dado el desordenado crecimiento urbanístico de la ciudad.
Así como los árboles no dejan ver los bosques, 'los edificios que cada día emergen de esta tierra rica en cobre, me impiden disfrutar del horizonte y el Ancla, si hasta el sol me robaron'.
Cuenta que la enseñanza básica la cursó en el British School y la media en el San Luis para después incorporarse a la UCN, donde egresó con el título que regaló a sus padres.
sentimientos
¿David, por qué la carta?
-Nace de manera espontánea aunque era un sentimiento que me daba vueltas y veía que Antofagasta es cada vez menos mía. El título lo tenía claro: 'Antofagasta ya no me pertenece', pero cuando sé que la suerte del galpón del puerto queda sellada, no me paré más del computador.
¿Qué es para ti el famoso galpón para embarcar concentrado?
-Es un atentado a la ciudadanía y a la ciudad, porque es una violación a lo urbano y arquitectónico que esté allí. Y en lo humano no puedo concebir que un proyecto de esa magnitud sea priorizado por temas legales más que por la salud y vida de la gente.
¿Qué te pareció la decisión de la Corte Suprema?
-No puedo entender que los jueces entreguen su visto bueno por una cuestión de forma, por presentarse fuera de plazo, menospreciando los riesgos y daños que puede producir el galpón a 400 mil habitantes.
Antes, sufrimos con el arsénico en el agua. Ahora con el concentrado de cobre, ¿vendrá algo más contra la salud de la población?
-Seguro que vendrá otra cosa. El punto es que los problemas de salud no se dan de inmediato, aparecen con el tiempo. Las autoridades que no hicieron nada y los empresarios ganaron sus lucas y están felices de la vida, pero quedan las consecuencias. Ahora será lo mismo. Y en 20 años más quienes dieron el permiso quizás estarán muertos. Y así pasa en todo orden de cosas.
¿Todo esto las presiones de los grupos de poder?
-Total y absolutamente sí. Acá manda el poder económico, porque es algo que no tiene sentido, ya que por todos los resguardos que se tomen no hay que olvidar que es concentrado de cobre. No hay que olvidar que las 10 ciudades más contaminadas del mundo son afectadas precisamente por actividades mineras.
'monstruo'
Este es otro punto que aludes en la carta: 'El monstruo minero es grande y pisa fuerte'…
-Si hasta la vida en Antofagasta ahora es 7x7, 4x3, 10x5 y se vive pendiente del bono para comprar el próximo automóvil último modelo, una irrealidad para el grueso de la gente. Ahora los dueños de la ciudad son los camionetas rojas, que se estacionan dónde quieren y hasta sin veredas nos dejan y la plata la gastan en otras regiones.
Otro reclamo suyo dice que 'las autoridades deciden traer equipos de afuera para la inauguración del propio estadio, incluso artistas de otros lares para entretener al público local'. ¿Qué opina que el CDA fue vendido a alguien de afuera y el Club Hípico a proyectos inmobiliarios?
-El CDA ya no es de la ciudad, ya que para serlo debería partir por tener jugadores de su cantera, porque a esos equipos les va bien. En Antofagasta no sé si trabajan la cantera, pareciera que no, como es que en este rato es el colista.
En cuanto a la venta del Club Hípico la considero inconcebible seguir quitando los pocos espacios deportivos y recreativos que tiene la ciudad, para que construyan más casas y departamento, habiendo tanto espacio más al norte. Es la ambición y el poder de 'Don Dinero'.
Saliéndonos del deporte, usted escribe 'crece la basura, la soberbia de aquellos que por unas lucas más tienen muy claro donde poner sus monstruosas camionetas... Crece la delincuencia, crecen los campamentos'...
-Es que estamos invadidos por vehículos que colapsan el tránsito y, como si fuera poco, los señores de las grandes camionetas sobre las veredas. No puede ser el tema de la basura y los hoyos en una ciudad donde parece sobrar el dinero.
Vas al centro y hay cualquier chiquero, partiendo por algo tan básico como un letrero comercial. No hay ningún sentido de la estética. Al que se le ocurrió algo, lo hizo. No hay nadie que resguarde. Sin embargo, vas a un mall y descubres todo uniformado.
En el ámbito de inmigración señala: 'Hoy mi Perla es de los colombianos, peruanos, ecuatorianos y chilenos, pero del sur'.
-Claro, porque tenemos esta gran migración de extranjeros no controlada que sin duda provocará un impacto en la ciudad. Algunos lo toman bien, otros lo toman pésimo...
Pero, el impacto ya está...
-Sí, pero finalmente las grades ciudades, los grandes países, siempre tienen un control, y eso es lo que no se ve en Antofagasta.
¿No le gustaría irse a otra ciudad?
-Sí, lo he pensado, conseguir una beca para especializarme, volver y ofrecerme a mejorar la arquitectura. Por mejor vida para mi hijo.