La Región de Antofagasta es un enorme laboratorio para la investigación. Más allá de ser un polo de desarrollo minero, poco a poco también da pasos importantes en el avance del conocimiento que se produce en sus universidades tradicionales y centros científicos.

La explotación del sol, el desierto, el mar y la astronomía son reales posibilidades y oportunidades para avanzar en este ámbito. Hoy tanto en la Universidad de Antofagasta (UA) y en la Universidad Católica del Norte (UCN), científicos de un amplio espectro dan una lucha continua por conseguir recursos para seguir, profundizar y finalmente poner al servicio de la comunidad sus estudios y descubrimientos.

Esa constante y agotadora búsqueda de recursos no ocurre en otros países, donde el científico sólo debe dedicarse para lo que estudió, es decir, investigar. En Chile, en cambio, está en permanente 'fricción', ya que muchas veces ocurre que cuando cambia la autoridad, se modifican los financiamientos y las prioridades. Por definición, la ciencia debe ser completamente independiente y estar separada de los intereses del gobierno de turno cada cuatro años.

Ser científico en la Región de Antofagasta es esperar que las autoridades políticas 'bendigan' sus proyectos, que asistan a sus encuentros, que sintonicen con las reales necesidades que tiene la zona y que los dejen trabajar tranquilos, sin tener bajos sus hombros el permanente fantasma de la falta de recursos.

Hace algunos días el Centro de Investigación Científico Tecnológico para la Minería (Cicitem), que agrupa a más de 30 investigadores de primer nivel, sumando esfuerzos de la UA y la UCN, realizó su reunión anual donde se analizaron las necesidades del futuro de la minería en conjunción con el desarrollo del conocimiento.

Esfuerzos como éste dan cuenta que la región puede ser conocida por su ciencia, pero que aún nos falta mucho por recorrer, partiendo por el mayor compromiso de las autoridades que en este ámbito deberían mostrar una amplia visión y estar al lado de los investigadores.

Solidaridad es una de aquellas palabras que nos recuerdan que no estamos solos en este mundo, vivimos en él con otros y estamos llamados a colaborar con sus vidas, como ellos con la nuestra.

San Alberto Hurtado, en cuya memoria se celebra a agosto como el Mes de la Solidaridad, nos dice: 'Comienza por darte. El que se da, crece. Pero no hay que darse a cualquiera, ni por cualquier motivo, sino a lo que vale verdaderamente la pena: al pobre en desgracia, a esa población en la miseria, a la clase explotada, a la verdad, a la justicia, a la ascensión de la humanidad, a toda causa grande…'.

En estos fríos días de agosto, podemos preguntarnos a qué nos damos? ¿Qué nos mueve a darnos? Teniendo presente que vivimos un tiempo donde hemos confundido el concepto de persona con el de individuos que compiten, buscan su éxito y se aíslan, la invitación es a vivir este mes bajo el lema 'Solidaridad es inclusión'.

Los resultados del Tercer Índice de Solidaridad en Chile realizado por MIDE - UC el año 2012, en colaboración con el Hogar de Cristo, arroja que el Índice Promedio de Solidaridad Global 2012 es de 3.36, donde el valor 0 representa ausencia total de conductas de ayuda y 10 es el máximo nivel de ayuda posible. El mayor puntaje lo obtiene la donación de dinero (5.61), seguido por la donación de tiempo personal (2.26) y, luego, por la donación de objetos materiales (2.22).

Cabe destacar que entre el 2010 y 2012, la donación de tiempo personal subió de 1.95 a 2.26. Este último aumento es esperanzador porque la entrega de tiempo personal es más difícil, pero a la vez es la que más compromiso genera, en términos de solidaridad.

En tiempos en que en nuestro país se discuten importantes reformas que buscan hacer frente a los grandes niveles de desigualdad en que vivimos, organizaciones como la Fundación para la Superación de la Pobreza, Techo, Ciudadano Global, Trascender, el Colegio San Luis, el Arzobispado de Antofagasta y el Hogar de Cristo, nos hemos unido para convocar a la comunidad antofagastina, a través de diferentes actividades, a vivir este Mes de la Solidaridad recordando la frase del Padre Hurtado que dice que 'las transformaciones sociales siempre van a ir de la mano con la transformación de las personas'. La invitación, entonces, está hecha.