En el Ministerio de Hacienda se realizó una reunión de hombres de gobierno y empresarios del salitre. Se expuso en detalle el futuro de la industria, dando cuenta de las extraordinarias perspectivas. Por esta razón se habló de las mejoras que deben hacerse para mejorar los embarques, tema en el que se requiere la ayuda del Fisco.
Una de las cosas que resulta evidente es que Chile, o su Estado, requiere de un organismo de seguridad profesional, al igual que el resto de los países desarrollados, considerando la serie de nuevos desafíos y problemas del mundo de hoy.
En casos extremos el terrorismo, espionaje o acciones bélicas y en otros más sencillos, aspectos ligados a entregar información relevante y de calidad a la autoridad. Al parecer, el consenso político está despejado respecto de la necesidad, enfatizando que se requiere hacer algo en serio, alejado de la caricatura y las nefastas experiencias ligadas a la dictadura.
Al respecto conviene precisar al menos dos aspectos que derivan del aparente acuerdo que hoy parece tener esta idea. Por una parte, es cada vez más difícil indagar situaciones complejas, vinculadas al narcotráfico, el terrorismo, la delincuencia a gran escala o la seguridad nacional, aspectos muy presentes en nuestra cotidianeidad.
Quizás la seguidilla de bombas puestas en distintos puntos de Santiago ha puesto urgencia sobre el tema sobre la mesa, por la evidente inquietud que generan.
Así las cosas, el Ministerio Público y la Agencia Nacional de Inteligencia han sido, probablemente, los principales promotores de la medida que ha encontrado eco en el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, lo cual no puede ser sorprendente.
Sin duda, el secretario de Estado debe ser el principal interesado en contar con un organismo que le provea buena información que le permita tomar anticiparse a los conflictos y evitar escaladas graves de problemas fraguadas en el anonimato y el silencio.
La seguridad pública es un tema político, de modo que errores en este ámbito, que impliquen no tener garantizada la paz social pueden resultar fatales para Peñailillo y consecuencialmente para la serie de reformas que plantea el ejecutivo.
En detalle, la misma autoridad confirmó que la reforma al sistema de inteligencia tendrá como piso, el empleo de herramientas contempladas en la Ley de Drogas, tales como el uso de agentes encubiertos. El resto, deberá ser analizado, siempre con transparencia y experiencia comparada.
Alejandro Guillier
Los fallos judiciales se respetan, pero el visto bueno de la Corte Suprema al 'Galpón' del Puerto de Antofagasta dejó en evidencia tanto las flaquezas de nuestra institucionalidad, como la opacidad de muchas prácticas administrativas locales. En los hechos, la comunidad ha quedado en la indefensión, por lo mismo, este fallo debe establecer un antes y un después.
Todo se hizo mal, las tres empresas involucradas en el proyecto le fallaron a la comunidad. Bajo el conocido subterfugio de las declaraciones de impacto ambiental ocultaron la verdadera magnitud del proyecto de embarque de concentrados por el puerto, será tarea del gobierno y el Congreso revisar estas prácticas.
Fallaron las autoridades locales de la época, que dieron el visto bueno al proyecto y luego, ante la reacción ciudadana, se permitieron organizar protestas callejeras, hubo poca diligencia y la reacción posterior olió a lavado de imagen, Antofagasta merece más, nos estamos haciendo trampas entre nosotros. Será tarea de las nuevas autoridades y de los líderes de la comunidad, promover las buenas prácticas y por cierto, la transparencia.
El tiempo urge, la comunidad se ha ido enterando, por goteo, de un proyecto de ampliación del puerto de Antofagasta. No está claro quienes lo promueven, cuál es el nivel de avance y el impacto ambiental estimado, el Ministerio de Transportes, las empresas involucradas y las autoridades regionales deben dar algunas explicaciones.
Es imperativo abrir un diálogo técnico, abierto e innovador, la comunidad no puede ser nuevamente sorprendida, hace más de una década se prometió que Mejillones sería el gran puerto del Norte Grande y que Antofagasta derivaría a un modelo de negocios menos agresivo y más asociado a la calidad de vida. Quizás el turismo.
El Mall fue parte de ese diseño y sus efectos positivos en la ciudad están a la vista.
¿Cuándo y quiénes cambiaron ese destino de nuestro puerto? ¿Cuáles son los argumentos para ello? Nadie se opone al crecimiento económico, pero toda sociedad necesita ciertas reglas básicas de convivencia que entre nosotros no se están respetando, sólo una opinión pública informada y alerta puede ser un antídoto eficaz para cambiar esta cultura egoísta y hasta espúrea.