La tecnología en la aplicación de recursos hídricos, la biotecnología en los procesos industriales y el tratamiento de sitios abandonados asoman como los temas claves en la minería de los próximos años en la región.
Todos estos puntos fueron tratados por expertos en la materia en la séptima reunión anual del Centro de Investigación Científico Tecnológico para la Minería (Cicitem), entidad que lleva ocho años de funcionamiento.
Luis Rojas, director del centro, explicó que lo que 'estamos desarrollando es ciencia y tecnología estratégica para satisfacer las necesidades de la región, principalmente la minería'.
Sin embargo, más allá de los adelantos también está el desarrollo estudios relacionados con el tratamiento de sitios abandonados que han sido utilizados en el sector extractivo, así como también la biorremediación de sitios contaminados.
'Creo que la vinculación de los científicos locales y las mineras no ha sido un fenómeno fácil, ha sido lento y complejo llegar a las empresas y establecer lo que estamos haciendo, pero es el tiempo en que Cicitem ha adquirido una madurez que le ha dado prestigio, por lo que se está esperando ahora el acercamiento con pequeñas y medianas empresas', dijo Rojas.
El personero sostuvo que cuando se iniciaron los centros regionales las expectativas eran muy grandes, al punto que se proyectó que en un plazo de 10 años se iba a lograr la autosustentación.
No obstante, Luis Rojas asegura que aún falta porque todavía Cicitem es un centro nuevo y falta un recorrido mayor para ser expertos en el desarrollo de centros regionales.
El investigador de Cicitem, Pedro Galleguillos, especializado en biotecnología, explicó que la línea de la biominería apunta principalmente a dos fenómenos que tienen que ver con la interacción de microorganismo y mineral. Entre ellos la biolixiviación y también la interacción de microorganismos principalmente con el desierto en salares y humedales.
'Lo que apuntamos es a desarrollar herramientas moleculares para saber cuáles son los microorganismos existentes en un área determinada, cómo se comportan de acuerdo a los diferentes cambios medioambientales y qué hacen en el sistema', detalló el especialista.
La idea es obtener la información de manera que pueda ser aplicada como una mejora en los procesos.
Por ahora están abocados a determinar cuáles son los nutrientes que necesitan los agentes biológicos que intervienen y que son marcadores que podrían aplicarse y generar un impacto positivo en la producción de cobre.
Más allá de la minería se está trabajando en nuevas aplicaciones emergentes. Por ejemplo las nanotecnologías, permiten el desarrollo de nanocables a través de la reducción de minerales de arsénico, en donde las bacterias generan estas unidades, que en el futuro podrían permitir el desarrollo de circuitos miniaturizados.
'También hemos encontrado que los microorganismos que viven en el desierto, están expuestos a mucha radiación solar del tipo UV, por lo que trabajamos para extraer compuestos que sirvan de fotoprotectores. Porque los microorganismos han estado expuestos a estas radiaciones por millones de años y por tanto han desarrollado naturalmente la forma de enfrentar esta radiación', explicó.
El profesor Luis Cisternas, investigador asociado de Cicitem, detalló que es claro que en esta zona existe una escasez de recursos hídricos y en cualquier proyecto minero hoy se considera el uso de agua de mar, ya sea desalada o sin procesar.
'La proyección del uso de agua de mar es importante para los proyectos futuros, principalmente porque tenemos una amplia costa. El desafío es cómo se hace de forma eficiente, de manera sustentable y respetando el medio ambiente', planteó.
Cisternas explicó que el agua de mar se ha usado desde hace mucho tiempo en los procesos mineros, no sólo en Chile sino que también en el extranjero y si bien nuestro país tiene una larga data en el uso de esta agua para procesos mineros, Esperanza fue la primera empresa de la gran minería que usó este recurso.