De los 45 títulos en los que Woody Allen sale mencionado como actor en Imdb.com, en solo 12 no está involucrado ni como director o guionista. Claro que en sólo siete tiene una actuación relevante, siendo una de ellas la que tiene en la película 'Casi un gigoló' de John Turturro, la cual llega mañana a los cines.
En este filme, Allen encarna a Murray, un librero de Brooklyn que se ve obligado a cerrar su negocio ante la crisis económica; mientras que su amigo Fioravante (John Turturro), también está en riesgo de ir a la quiebra. Al primero se le ocurre, entonces, entrar al negocio de la prostitución convirtiendo al tímido florista en gigoló. Justo en ese momento, la Dra. Parker (Sharon Stone) le pide a Murray que le presente a un hombre para hacer un trío con ella y su sexy amiga Selima (Sofía Vergara), y así obtiene a sus primeras clientas.
Ahí comenzará la transformación de Turturro en un cotizado toy-boy, a pesar de los problemas que esto genera en la comunidad judía en la que viven. La historia toma un giro radical cuando aparece en escena una viuda judía (interpretada por la francesa y expareja de Johny Depp, Vanessa Paradis), convirtiendo la cinta en una de amor idílico.
No es la primera vez que Woody Allen y John Turturro coinciden en el set, pues este último tuvo un pequeño rol en la cinta del neoyorquino 'Hannah y sus hermanas' (1986). Sin embargo, el contacto para juntarse a hacer 'Casi un gigoló' parece la trama de una película, ya que fue a través del peluquero que ambos comparten: Anthony Silvestri.
A través del estilista, el realizador de origen italiano le mandó un mensaje a Allen de que lo quería en el rol de proxenta. 'La verdad es que era una idea mía, pero una vez que supe que él estaba interesado, no pude echar pie atrás. Y cuando lo contacté, le dije: 'Parece que los dos vamos a meternos en el negocio del sexo juntos'', comentó al diario 'La Tercera'. Agregó: 'Cuando le conté del proyecto, me daba su opinión: 'Eso es gracioso. Eso no. Eso podría ser gracioso. Haz eso y luego te digo lo que pienso''.
Es que el realizador de 'Días de radio' -que tiene una trayectoria cercana a las cinco décadas y cuatro Oscar a su haber, le es imposible quedarse de brazos cruzados cuando le interesa un proyecto. '(Woody) fue muy generoso, pero a veces también fue despiadado, y si alguien como él se toma el tiempo de revisar un proyecto y retroalimentarlo, pensé que había algo bueno en la historia', explica Turturro en sus notas de producción.
Por eso muchos críticos aseguran que el filme, a ratos, parece uno más del largo listado de Allen que del actor, el cual con 'Casi un gigoló' cumple su quinta vez detrás de cámaras. La comparación no le molesta a Turturro, al contrario, se lo toma como un 'halago', y asegura que 'no me importa lo que digan: a mí me preocupa si logré captar la atención de la gente'.
Por otra parte, dirigir Woody Allen podría haber sido complejo por ser quien es. Según contó el realizador a 'Indiewire', el neoyorquino 'a veces se salía un poco del guión pero tenía dudas de si corregirlo o no, porque eso podría afectar la manera en que memorizaba las líneas. Pero fue muy fácil trabajar con él'.
Lo que a algunos le parece inverosímil es que Turturro, de 57 años y con un físico poco llamativo para un prostituto, termine convirtiéndose en uno. Sin embargo, el realizador ha explicado que precisamente la idea es mostrar a personas maduras empujando los límites de su sexualidad.
A esto se suma otro objetivo subyacente en la cinta, que consiste en representar la soledad a través del personaje de Paradis, quien considera que 'la película funciona porque muestra a gente de distintos mundos y edades'.
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