Antofagasta espera más de las empresas
Personeros de la talla de Carlos Tarragó, directivo de Proa Antofagasta, y Fernando Cortez, gerente de la Asociación de Industriales de la región, han comentado los mínimos compromisos que mantienen con la ciudad y la zona, distintas empresas instaladas en Antofagasta, y en general, a lo largo de Chile.
Ambos ejecutivos han puntualizado el escaso apoyo que prestan a la capital regional, o un menguado compromiso con la manoseada cultura o política de la Responsabilidad Social Empresarial.
'Muchas empresas cuyas utilidades son generadas gracias al consumo local están al debe en su aporte', escribió Tarragó el 21 de julio de 2013.
Hace unas semanas, Cortez advirtió en una entrevista con este Diario que en efecto, muchos rubros 'tienen cero compromiso' con el entorno local. Frente al punto agregó que no hay forma de explicar este comportamiento 'más que por una decisión política, corporativa de las empresas'.
En concreto, al menos en Antofagasta, observamos una casi exclusiva presencia en materia de vinculación con el entorno por parte de algunas empresas mineras. Indudablemente que ello parece obvio considerando las magnitudes de las operaciones de tales compañías, pero también queda claro que están lejos de ser las únicas con presencia en la zona.
Sólo hace unas semanas comentábamos este hecho, advirtiendo la ausencia completa del retail, la banca y otras, que no precisamente presentan problemas de flujo de caja en cada ejercicio.
Farmacias, supermercados, isapres, AFPs, grandes centros comerciales y también compañías ligadas a la minería caen en este saco.
¿Es ello correcto? Claramente no es ilegal. Como cualquiera, cumplen sus obligaciones de pagar los impuestos y respetar las leyes, además crean empleo y riqueza.
El tema es que ello no resulta suficiente.
El mero apego a los marcos regulatorios no parece ser el único valor para compensar la vuelta de mano que exigen los territorios donde se gesta la riqueza.
Antofagasta es una ciudad lastimada y la respuesta no puede venir exclusivamente desde lo público. Todo el resto tiene mucho que aportar.