El adolescente que según los palestinos fue asesinado por extremistas israelíes en un ataque de venganza por el asesinato de tres jóvenes israelíes murió envuelto en llamas, reveló ayer la autopsia. El hecho, que provocó una ola de violencia, hizo que los enfrentamientos se extendieran ayer de Jerusalén a localidades árabes de Israel.
El procurador palestino Abdelghani al-Owaiwi dijo que de acuerdo con los resultados iniciales, Mohamed Abu Jdeir, el palestino de 16 años cuya muerte el miércoles dio lugar a grandes protestas en su vecindario de Jerusalén Este, sufrió quemaduras en 'el 90% de su cuerpo'.
'Los resultados muestran que respiraba mientras las llamas lo envolvían y murió de las quemaduras y sus consecuencias', dijo al-Owaiwi.
La tensión se mantuvo ayer en la reforzada frontera sur de Israel con la Franja de Gaza, aunque según la agencia AP, el número de ataques de cohetes disparados desde el territorio palestino declinó en los últimos días, entre noticias de que se estaban celebrando negociaciones para una posible tregua.
Al menos dos cohetes se lanzaron ayer al sur de Israel, pero no se informó de muertos o heridos, dijo el Ejército.
La aviación israelí bombardeó ayer tres supuestos objetivos del ala militar del movimiento islamista Hamás en el sur de Gaza, en represalia por el lanzamiento de cohetes desde la Franja, informó el Ejército en un comunicado citado por la agencia EFE.
Los ataques se registraron contra la localidades de Rafah, Jan Yunis y Al Garara, lugares desde donde Israel asegura que se disparan cohetes contra su territorio, aunque no causaron víctimas.
Según los datos del Ejército israelí, alrededor de 150 cohetes han sido lanzados desde Gaza, sin causar víctimas, desde la muerte de tres jóvenes judíos.