Contraloría Regional mantuvo varias de las observaciones realizadas al proceso de custodia y destrucción de drogas que desarrolla el Servicio de Salud Antofagasta (SSA).
Como se sabe, las instituciones que por ley reciben y se encargan de eliminar las sustancias ilícitas que las policías incautan en sus procedimientos son estos servicios públicos, situación que les confiere gran importancia y los obliga a contar con tecnología y procedimientos especiales.
El año pasado Contraloría auditó el trabajo que desarrolla el SSA en este campo, detectando una serie de anomalías que ordenó corregir.
Un segundo informe, notificado al servicio el 6 de este mes, mostró que si bien se habían introducido mejoras en las condiciones de almacenaje, seguridad y procedimientos, otras materias siguen siendo claramente deficientes.
INFORME
El informe de seguimiento 15/2013 indica, por ejemplo, que todavía no es posible explicar las diferencias detectadas entre el rotulado de los sobres donde se guardan las contramuestras de droga y el real contenido de éstos.
En su primer informe Contraloría estableció que en 76 de 106 casos analizados habían diferencias, tanto negativas como positivas (de 15,1 gramos menos a 20,8 gramos de más), y solicitó aclarar las causas de esta anomalía.
En su respuesta, el SSA dijo que la droga aumenta de peso debido a la humedad o la aparición de hongos y que, por el contrario, cuando la temperatura sube a más de 20 grados éste se reduce por la evaporación de líquidos y solventes.
Sobre el tema, Contraloría indicó que la explicación no cuenta con un estudio que le dé sustento. De esta manera, mantiene su reparo e insiste en que el servicio debe 'establecer la causa de las variaciones registradas en las contramuestras custodiadas'.
Asociado a lo mismo, y debido a diferencias entre las contramuestras inventariadas y un listado proporcionado por la Unidad de Química y Farmacia del SSA, Contraloría pide 'implementar procedimientos de control que permitan que el sistema informático exprese el pesaje real de los decomisos'.
PLAZOS
De acuerdo a la Ley 20.000, las sustancias estupefacientes y sicotrópicas incautadas deben ser destruidas por los respectivos servicios de salud en un plazo máximo de 15 días.
En su auditoría inicial Contraloría revisó 18 procedimientos desarrollados en la región y concluyó que en 7 de ellos dicho plazo no se cumplió.
Ahora, en su informe de seguimiento, el ente fiscalizador advierte que nuevamente se detectaron atrasos y menciona un caso en particular donde la droga se destruyó el día 16 debido a que no se pudo contar con escolta policial.
'El Servicio de Salud ha impartido instrucciones con la finalidad de cumplir con los plazos legales para la destrucción de los estupefacientes, sin embargo, igualmente se advirtió un retraso, por lo que se hace necesario mantener lo reprochado', dice el último documento conocido.
AVANCES
Donde sí hubo avances reconocidos por Contraloría fue en las condiciones de almacenamiento de la droga, pues posterior al primer informe se implementaron cámaras de vigilancia y otras medidas de seguridad.
Además, se contrató un servicio de calibración y mantención de los equipos de pesaje y se mejoró el proceso administrativo de contabilidad.
Todos estos progresos permitieron salvar varias de las observaciones recibidas.
GOBIERNO
El intendente Valentín Volta dijo conocer la preocupación de la policía y del propio Servicio de Salud, por las condiciones en que se desarrolla la custodia y destrucción de la droga incautada en la región.
En este sentido, anunció para la próxima semana la constitución de los comités regional y provinciales de seguridad pública, que serán las instancias donde se discutirán esas y otras materias.
Volta explicó que 'como en todas las cosas', la solución a este problema pasa por un tema de recursos, pero también de gestión, en este caso, de las nuevas autoridades del SSA.
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