Cinco destellos
Maravillosa es la vida. El milagro de concebir y nacer nos llena de emociones nuevas, se alteran nuestros corazones, se iluminan nuestros días, brillan de orgullo nuestros ojos. Nos invade una hermosa sensación.
¿Descendientes de linternistas?
¡Claro…!
La familia sabelliana crece y crece. Sin prisa, pero sin pausa, como parte de la ley de la vida. Cinco nietos, (as) han llegado a encender nuestras esperanzas. Cinco lumbreras que vienen a sumar sus resplandores para continuar iluminando este derrotero, trazado por Andrés, el Pirata Duende.
¿Veamos?
La maternidad visitó la casa de María Canihuante y Bernardo Tapia. Recibieron a sus nietas, Paz y Libertad, mellizas, que llegaron con sus brillantes luces bajo el brazo… Y que nos han dado un ejemplo de lucha. Patty Bennett recibió en cuna norteamericana a su nieta, Catalina Belén, y viajó para ofrecerle sus primeras caricias. No le fue en zaga Osman Cortés, abuelo trasatlántico: Su nieta Paloma, nació en Nueza Zelanda. Finalmente, el autor de esta nota hace tres meses que vibra con la llegada de su nieto Fernando León, convertido en un fanal que ilumina el hogar de Fernando, Aurora y Cristóbal.
'Con ellos podemos hacer una lámpara' -se me ocurre. Los abuelos hacemos familia y los nietos aportan la luz, la alegría, las esperanzas todas en los hogares. Se viene a la memoria aquello que dice 'Los padres crían, los abuelos malcrían'. Es cierto. Pero ¿A quién vamos a regalar las caricias y las ternuras que nos quedan?
También es verdad. A los abuelos nos quedan remanentes de ternura, de cariño que no alcanzamos a dar a nuestros hijos mientras crecían. Esos regalos los hemos guardado en nuestros corazones y en nuestras manos, para manifestarlos llegada la hora: Y esa hora es hoy. La nao sabelliana crece. Cinco nuevos destellos brillan y laten, para bien de sus familias.
No cabe duda que el Pirata Duende, donde se encuentre, las recibirá gozoso, en plenitud de esperanzas…
¡Bienvenidos (as) a la vida.