¡Despedida a la francesa!

Alberto Pescio

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Amediados del siglo XVIII en la alta sociedad y burguesía francesas se puso de moda abandonar un acto social o ceremonia sin despedirse de nadie. La persona se iba de la estancia discretamente, sin llamar la atención. Debo de confesar que me agradaría que volviera este hábito, y estoy pensando en los actuales dirigentes del CDA. ¿A alguien le parecería mal que el actual presidente y su amigo del alma abandonasen el club en forma silenciosa y sin llamar la atención? Es decir, ¡a la francesa! Creo que no.