51 conductores detenidos por manejar en estado de ebriedad
La ingesta de dos vasos de pisco mezclado con bebida, bastan para que un conductor figure como en "estado de ebriedad" en caso de ser controlado por la policía, es decir, que en su sangre se registre 0,8 o más grados de alcohol.
A esas alturas, la capacidad perceptiva y reactiva de quien maneja resulta alterada, lo que genera altas probabilidades de provocar un accidente. Precisamente esto fue lo que ocurrió con el conductor de 71 años, quien colisionó el fin de semana contra el vehículo de la alcaldesa Karen Rojo.
El ginecólogo, que registra otra conducción en estado de ebriedad en enero de este año, no habría respetado un semáforo, impactando el BMW de la jefa comunal. Según la fotografía del alcotest del conductor, que fue subida a Twitter por el exasesor municipal de Rojo (Sebastián Quinzán), el resultado fue de 0.98.
El teniente de la Sección Investigadora de Accidentes del Tránsito (Siat) de Carabineros, César Sandoval, explicó que existen tres estados al momento de ingerir alcohol. Hasta 0.29 grados se considera manejo con condiciones físicas deficientes. De 0.3 a 0.79 es bajo la influencia de alcohol.
"Estas diferencias se deben a la nueva ley de 'Tolerancia 0', que es más rigurosa. Antes podía considerarse a un conductor con 0.4 grados de alcohol en la sangre como con condiciones físicas deficientes", sostuvo el teniente.
Sandoval precisó que al ingerir dos "piscolas", la cantidad de milígramos de alcohol por litro de sangre superan los 0.8, alcanzando de inmediato el estado de ebriedad.
Los mayores niveles de alcohol afectan la capacidad sicomotora del conductor.
"Aunque las cantidades son bajas, igual afecta al conductor. Perceptivamente pierde la noción equivalente al entorno, mientras que sus reacciones físicas serán más lentas, deficientes", aclaró el teniente.
También dijo que la ley de "Tolerancia 0" es para conducir sin ningún gramo de alcohol, algo que preocupa teniendo en cuenta los últimos accidentes, como el de la alcaldesa.
El teniente sostuvo que la mayoría de las detenciones se realizan porque las personas están en estado de ebriedad, más que bajo la influencia del alcohol. Prueba de ello es que durante el último fin de semana largo, Carabineros detuvo a 51 conductores con 0.8 o más grados de alcohol en la sangre.
El teniente explicó que si bien hay accidentes en que quien maneja se queda dormido o pierde el control del vehículo por altas velocidades, la ingesta de alcohol está presente en gran parte de ellos.
Al momento de un control vehicular, carabineros puede ejecutar ejercicios que permiten determinar el estado en que se encuentra una persona. Este test consiste en evaluar sus ojos, la incoherencia al hablar y la inestabilidad al caminar. Sin embargo, Carabineros ahora trabaja con un alcotest alemán de alta precisión, llamado Dräger. Este aparato de nueva tecnología, permite detectar la presencia de alcohol acercando la boca del conductor a la máquina, incluso antes de que sople la bombilla.
Este alcotest arroja una percepción de los grados en la sangre, que sirve de guía, cuyo rango de error sería mínimo. En caso de arrojar resultados por sobre la norma, carabineros traslada al conductor hasta el Hospital Regional, para practicar una alcoholemia.
La cifra que arroja este examen es el único método que sirve como medio de prueba para el Ministerio Público.