El hallazgo de 51 vicuñas muertas en menos de un mes en la región, cifra que representa el 10% de la población total de esta especie en peligro de extinción, encendió las alertas de la policía y entidades de gobierno, sobre todo porque existen rastros que apuntan a la presencia de una banda internacional dedicada a la caza furtiva de animales.
El gobernador de El Loa, Claudio Lagos, explicó que a los 22 camélidos encontrados en el sector del Salar de Pujsa, se sumaron otros 29 hallados esta semana en la Reserva Nacional Los Flamencos.
El personero dijo que el seguimiento que realizan del caso, indica que se trataría del mismo grupo que ejecutó las dos matanzas de vicuñas.
"La camioneta en que se desplazaban estas personas huyó hacia Bolivia y sería el mismo vehículo en ambos casos. Este es un hecho deleznable que nos preocupa sobremanera", manifestó el gobernador loíno.
Información entregada a través de un comunicado de prensa por la Seremi de Agricultura, puntualiza que los guardaparques han observado un comportamiento asustadizo de estos animales cuando patrullan el interior de la región, lo que parece confirmar la teoría de una banda.
El encargado de recursos renovables de Conaf, Hugo Román, explicó que las vicuñas están en peligro de extinción en todo en el norte del país. De ahí la extrema gravedad del caso.
"Estamos en presencia de un delito por infracción a la Ley de Caza. La denuncia está en la Fiscalía y esperamos que se soliciten nuevas diligencias", dijo el funcionario.
Aunque los autores de las matanzas posiblemente sean extranjeros, Román señaló que la especie está protegida por convenios internacionales que regulan el comercio de animales amenazados. Por lo anterior, el funcionario de Conaf calificó la matanza como un hecho de alta gravedad.
Aclaró que en el país, la vicuña está dentro de dos categorías, de acuerdo a su riesgo de desaparecer. El apéndice dos, dijo Román, permite comercializarla, pero con todos los permisos en regla.
Por el contrario, en el apéndice uno queda totalmente prohibida su comercialización y el punto es que la población de vicuñas de la región se encuentra en esta categoría.
Los precios de los productos fabricados con la lana de esta especie es lo que motiva su caza furtiva. Según información proporcionada por Conaf, sólo una bufanda puede alcanzar un valor de $150.000.
El trabajo de patrullaje de los guardaparques está enfocado en las zonas donde habitan las especies amenazadas. Estas visitas, dependiendo de la carga de trabajo, pueden ser semanales o mensuales.
El personal de Conaf no porta armamento. En caso de presenciar hechos ilícitos, la instrucción es mantener la visibilidad, pero sin entrar en contacto por el riesgo que implica.
El gobernador Claudio Lagos comentó que las vicuñas fueron encontradas desolladas y que las habrían matado hace dos meses. Lagos apuntó a la necesidad de mejorar los controles fronterizos, ya que se trata de una especie protegida.
"Debemos poner un atajo rápido. Actuaremos con todo el rigor de la ley para encontrar a estas personas y castigarlas", añadió el personero.
Un censo realizado en 2013, arrojó que en la región existen 534 vicuñas en estado salvaje. De este total, en el último mes, 18 aparecieron muertas en Salar de Pujsa, otras 4 en el Salar de Aguas Calientes II y las últimas 29 en el Salar de Tara.