Ya es común ver a mujeres ocupar espacios que antes sólo estaban reservados para los hombres. Sin embargo, someterse a la disciplina militar y asumir desde ahí la responsabilidad de tener en sus manos la vida de las más altas autoridades de su institución, se transforma, sin duda, en un tema mucho mayor.
Así es la vida que eligió Konny Schmid Volgger, de 26 años, piloto de helicóptero del Ejército, quien tras su paso por la Escuela Militar, llegó a Antofagasta para formar parte de la tripulación del helicóptero Ecureuil, que está destinado, entre otras funciones, al traslado del general de brigada Claudio Hernández Muñoz, comandante de la Primera División.
¿Cómo decidió entrar al Ejército?
-La verdad es que siempre me llamó la atención. Cuando estaba en el colegio estaba muy segura que algo de oficina no quería, entonces consideré que el Ejército entregaba todas esas cosas que me interesaban para el resto de mi vida. Un tema valórico, de no estar siempre haciendo lo mismo y que abre un montón de puertas.
¿Cuesta ser piloto de una rama militar siendo mujer?
-La verdad es que al principio uno piensa que va a ser bastante más difícil, pero en realidad no lo ha sido, no he tenido ningún problema. Dicen que este mundo (el militar) es más machista, pero si uno hace bien su pega, no hay nada imposible para una mujer.
¿Qué fue lo más complicado?
-El tema mecánico. Parece que para los hombres es un poco más fácil, parece que nacen con ese chip. Sin embargo, aunque a uno le cuesta más, igual lo puede lograr.
¿Cómo lo hace para compatibilizar su vida personal con la militar, que es tan distinta?
-La verdad es que ahora estoy soltera y sin ningún compromiso. Igual en algún momento me quiero casar, tener hijos y todo eso. He visto otros casos de mujeres que pueden seguir haciendo su trabajo absolutamente normal, igual que el resto. Encuentro que está súper bien que las mujeres ocupen todos los espacios, no hay ninguna diferencia entre ambos sexos, por lo menos en lo que se refiere a conocimientos o inteligencia.
Un helicóptero militar es clave para momentos de emergencia. ¿Cómo se está preparando?
-La cierto es que estoy preparada para asumir cualquier tipo de desafío, y no lo voy a pensar dos veces si tengo que volar en caso de emergencia para llevar ayuda.
¿En qué cambió su vida después de optar por la vida militar?
-Fue un gran cambio, yo vivía a las afueras de Puerto Varas, por lo que tenía que levantarme temprano, así que ese tema no fue tan difícil. Lo que sí es distinto es la disciplina y tener que asumir que todos vamos por un mismo camino.
¿Optar por ser piloto de helicóptero suena algo complicado?
-Cuando estaba en tercer año de mis estudios militares, me enteré que existía esta especialidad y que las mujeres podían ser aceptadas. Además, tuve las facilidades para postular dentro de la escuela y quedé al final de mis estudios.
¿Cuáles fueron los principales requisitos exigidos?
-De partida hay que ser disciplinado, responsable y tener la capacidad de hacer varias cosas al mismo tiempo, sin perder la atención en ninguna de ellas. Entre otras que son muy puntuales para esta labor.
¿De ahí tuvo que cumplir con el curso hasta llegar a ser piloto?
-Son dos años de estudios adicionales a la Escuela Militar y luego todos egresan como piloto. En ese periodo se aprenden distintas materias, como nociones de mecánica, a coordinar el cuerpo de manera independiente, manos, pies, cabeza, para poder realizar un montón de movimientos, que son coordinados y a la vez independientes uno de otro. Por lo que se necesita mucha técnica y entrenamiento.
Su nuevo cargo en Antofagasta es todo un desafío...
-Yo pedí destinación, porque quería asumir un desafío como éste y la verdad es que estoy feliz, estudiando harto y la idea es poder desempeñarme de la mejor forma.
¿Qué características tiene el helicóptero que usted tripula?
-Es un helicóptero que está destinado para el traslado del comandante en jefe de la División y que cuenta con el equipamiento necesario para sus funciones. Tiene capacidad para trasladar cuatro pasajeros, aparte de los dos tripulantes.
¿Qué es lo que más le llama la atención de la ciudad?
-Bueno, como dije vengo de Puerto Varas, y cuesta acostumbrarse a ver tanto desierto. Pero yo pedí estar acá, así que quiero disfrutarlo. Llevo como un mes y medio y lo he pasado increíble. Me encanta la ciudad, el clima y la verdad es que todavía no he salido de Antofagasta, pero ya estoy organizando paseos para conocer un poco más la región.
El helicóptero Ecureuil corresponde a un monomotor francés que tiene un valor que supera los 1,6 millones de dólares, siendo capaz de cubrir distancias de 800 kilómetros. Tiene una envergadura de 11 metros y un largo de 13 metros y capacidad para llevar ocho personas, incluida la tripulación. Esta aeronave vuela a una velocidad máxima de 289 kilómetros por hora, con una velocidad crucero de 250 Km/hr. Se trata principalmente de una aeronave pensada para uso ejecutivo, policial, de fuerzas armadas y operaciones de rescate, con bajos costos de operación y niveles de ruido.