Los resultados vienen a confirmar el crecimiento de la ciudad, pero claramente esto no se está transformando en desarrollo.
La ciudad cuenta con 337 mil habitantes, pero tiene un déficit en el número de viviendas y hay atisbos de un empeoramiento en varios indicadores, porque las autoridades no hacen su trabajo.
Los resultados, al parecer, definitivos del Censo de Población y Vivienda del año pasado no fueron muy distintos a los conocidos preliminarmente, tanto a nivel local, regional y del país.
Lo interesante y desafiante, para Antofagasta, es que se mantienen los síntomas de crecimiento y consecuencialmente los enormes déficit provocados por la falta de inversión, especialmente pública.
Antofagasta crece por la acción privada, pero ello no es acompañado por el sector fiscal, que presenta atrasos en todos los ámbitos posibles.
La capital regional cuenta con 337.934 habitantes, convirtiéndose en la cuarta comuna más poblada de Chile. La minería explica el boom inmigratorio, pero este resultado también se traduce en traumas como la falta de viviendas, con el promedio más bajo por habitantes en Chile. Vale decir, el crecimiento antofagastino también se convierte en un deterioro de la calidad de vida y en un empeoramiento de su desarrollo, al no acompañarse el fenómeno con más calles, áreas verdes, espacios públicos.
El Censo es positivo para tener un diagnóstico y validar las presunciones, aún cuando se mantienen las suspicacias respecto a la verdadera cifra de habitantes, considerando la llamada "población flotante".
Es tiempo de tener autoridades que estén al nivel del momento que exige Antofagasta: que generen proyectos, que piensen y resuelvan los problemas y fundamentalmente que estén soñando la ciudad del futuro.
Es probable que la ciudad se acerque al medio millón de almas en el plazo de una década y eso implica que requeriremos de más equipamiento comercial, educacional, de salud y todo lo que podamos imaginar.
Y ese trabajo, de planeamiento, no está llevándose a cabo por parte de la autoridad respectiva; salvo el trabajo de Creo Antofagasta, no se observa nada.
Nuestra Antofagasta puede ser una gran ciudad porque tiene las condiciones para ello. Hay inteligencia, riqueza y oportunidades, pero se requiere más que eso para alcanzar las grandes lides.
El Censo es un "campanazo" para todos nosotros. La ciudad crece, pero requerimos que eso se transforme en desarrollo.