Los parques son puntos de encuentro para la familia. Los cerca de 400 mil habitantes de la ciudad cada vez tienen menos espacios al aire libre.
El incesante crecimiento de Antofagasta se traduce en modernos edificios, nuevos complejos habitacionales y millonarias inversiones. Interesante fenómeno urbano, pero que muestra un claro déficit en áreas verdes y nuevos parques.
La importancia de éstos radica en que son puntos de encuentro para la comunidad y de contacto con la naturaleza para una población que roza los 400 mil habitantes y que cada vez encuentra menos espacios al aire libre. Los árboles permiten protegernos de la radiación ultravioleta, entregan sombra en estos calurosos meses de verano, oxigenan nuestro entorno, reúnen a las familias y son fuente de vida para una ciudad desértica.
En este tema tienen mucho que decir los arquitectos y urbanistas en ajustarse a una realidad donde la escasez de agua dejó de ser un problema para expandir estos pulmones verdes. Es el momento ideal para promover la plantación de árboles con un protagonismo activo de las juntas de vecinos, instituciones y de las propias autoridades.
Para molestia de muchos, el concepto de plazas duras ha ganado terreno en los últimos años. Quizás el mejor ejemplo de ello sea el nuevo Paseo del Mar, donde lo menos que hay son áreas verdes.
Ni mencionar el déficit de estos espacios en el sector norte y alto de la ciudad. Aquí las pocas plazoletas que quedan han sido blanco de la poda indiscriminada y la muerte de especies debido a la plaga de patos yeco.
En el centro, el asunto no dista de un oscuro panorama. Es preocupante que las amplias aceras no sean ocupadas para plantar árboles o especies autóctonas, sino que dan paso a improvisados estacionamientos de vehículos. A ello se suma la escasa contribución que realizan los proyectos inmobiliarios para entregar ambientes más saludables, a pesar que publicitan amplias áreas verdes que rondan más en la ciencia ficción que en la realidad.
Los árboles no sólo pintan de color el desierto, sino que entregan vida a sus habitantes. Para tenerlo en cuenta.