Vacaciones en línea: tarea de los adultos
Durante estos meses de vacaciones, nuestras hijas e hijos invertirán una parte importante de su tiempo participando activamente en redes sociales, jugando videojuegos, mirando videos en YouTube y comunicándose a través del chat con sus amigos y conocidos.
Para muchos padres y madres, esta intensa actividad digital de las nuevas generaciones genera preocupación y conflictos para la convivencia familiar. No cabe duda que es importante desarrollar hábitos adecuados en relación a la vida digital de las nuevas generaciones. Sin embargo, establecer acuerdos y regular las experiencias digitales de adolescentes no es fácil. Esto muchas veces se dificulta aun más cuando los adultos no empatizamos con la valorización que los jóvenes hacen de estas experiencias.
Resulta clave hacerse un tiempo para escuchar y ver atentamente lo que nuestros hijos e hijas hacen cuando están conectados e interactuando con alguna pantalla, y evitar que las conversaciones se transformen en interrogatorios. Es mejor privilegiar espacios donde el protagonismo del relato sea de quienes están viviendo y experimentando nuevas emociones en la red.
Las habilidades que los jóvenes tienen en el manejo de las tecnologías son un buen pretexto para establecer puentes de integración de su cultura digital con la vida cotidiana de la familia en las vacaciones. Ellos pueden aportar a la planificación de los días de vacaciones fuera del hogar buscando aplicaciones para calcular el gasto en bencina, el costo de los peajes, las condiciones del tiempo o preparando la selección de música para el viaje (que implique consultar al resto de la familia para conjugar todos los gustos). Se trata en este caso, de reconocer su conocimiento y estimularlos a utilizar estas habilidades, en contextos donde sean estimulados a contribuir con soluciones de valor agregado.
Los espacios de convivencia donde se espera evitar el uso de los dispositivos móviles deben ser establecidos, acordando también el sentido y valor de los momentos de intimidad y convivencia familiar. Los adultos debemos evitar romper esas reglas y concentrarnos en hacer de estos espacios, momentos gratos y enriquecedores.
Finalmente, las vacaciones son un buen tiempo para darse el tiempo de analizar en conjunto los temas de fondo que generan preocupación en el grupo familiar en torno al acceso a los recursos digitales. Si hay inquietud respecto a la violencia que pueden contener algunos videojuegos, este es un buen tiempo para conversar sobre el tema. Si hay ansiedad con relación al resguardo de la intimidad y la seguridad personal en las redes sociales, es también un excelente momento para intercambiar opiniones sobre el asunto y establecer medidas para prevenir situaciones incómodas o de mayor complejidad.