Antofagastamaltrata al deporte
La única piscina municipal que hay en la ciudad se rompe. 80 o más instalaciones deportivas convertidas en basurales. Un joven ciclista que pide ayuda para poder viajar, etc.
Estas son algunas de las "perlas" que nos ofrece esta "gran" ciudad en relación a la poca dedicación y cuidado que tienen nuestras autoridades con el deporte. Cuando se les pregunta, todos los involucrados "tiran pelotas fuera".
Todo el mundo se lava las manos. Qué el reglamento tal, qué el artículo cual, qué el organismo X debe dar una respuesta. Pasan los meses y no llega. Excusas baratas que sólo demuestran la mala gestión y nulo interés que hay por la difusión y práctica deportiva. Porque no hay que ser muy inteligente para darse cuenta que el municipio no tiene un protocolo de mantenimiento de las instalaciones deportivas.
Cómo explicar que la piscina reviente y a partir de allí se hable de "reformas". La palabra previsión debió practicarla el IND mucho del verano.
No hace falta ser un Premio Nobel de sensatez para evitar el deterioro de 80 o más canchas. Ahora que este periódico ha sacado la indiferencia a la luz, muchos deben andar corriendo o avergonzarse de tamaña incongruencia.
Ya es hora de que las autoridades se pongan las pilas y sin dilación se involucren en hacer crecer el deporte. Y no hablamos de crear campeones, que ese es otro cantar. Hablamos de crear básicas condiciones para la práctica masiva de determinadas disciplinas.
Todos deseamos que nuestros niños no sean obesos, no se tienten por el consumo de drogas, que se eduquen en los valores que entrega el deporte como la solidaridad, esfuerzo, trabajo en equipo, saber ganar y perder, la aceptación de la frustración, etc. Para ello, debemos ofrecerles esas mínimas condiciones para que se sientan respaldados.
Si no hay recursos, que los creen, que los busquen, que investiguen qué hacen otras ciudades del mundo para captarlos. ¡Hay que gestionar!
Esta situación requiere una rápida solución, debe considerarse un reto para la ciudad. Y el municipio u otras entidades tienen la obligación moral de buscar soluciones.
¡La ciudadanía se los agradecerá!