Cuarenta años
Mucho se habla de los 40 años del gobierno militar. Viví esos tiempos y digo: La democracia la farreamos los mismos chilenos, todos los días eran un caos, con marchas y protestas en el centro, no había tranquilidad.
Se tomaban las industrias, no había producción y nombraban interventores, filas para comprar artículos de primera necesidad, artículos eléctricos.
Después viene el golpe militar, se violaron los derechos humanos, muertes, desapariciones y torturas, familias completas asesinadas. Vivíamos en un clima de terror.
El golpe fue un día 11, al día siguiente, por arte de magia o el milagro militar, apareció el azúcar, el arroz, el café, todos los artículos. Los camiones militares sacaban de las grandes importadoras todas estas mercaderías.
Debemos ver los dos lados de la moneda y ser realistas, en democracia los mismos chilenos la perdimos. ¿Puede perdonar una familia que fue perseguida, torturada y que sufrió pérdidas?, busquemos la reconciliación, levantemos el país que tanto queremos, que se olviden los odios y los rencores.
Waldo Campusano Alvarez
Colo Colo
Muchas gracias a Arturo Salah y a Gustavo Benítez por darles un momento de alegría a los colocolinos, tan necesarios en el día de hoy dando un paso al costado.
Luis Enrique Soler Milla
Aeropuerto
El servicio de transporte aéreo en nuestra ciudad sigue empeorando. Ya es normal el incumplimiento de las horas de salida y llegada, y cada vez es más limitada la oferta para viajar a otras localidades del país, excepto Santiago.
Ya casi no hay servicio a Calama, y cuesta acomodarse a la disponibilidad de vuelos a Copiapó y La Serena. El domingo pasado, en un vuelo desde a Antofagasta a Arica nuestros parientes se gastaron seis horas entre atrasos y transbordo.
Y lo peor del aeropuerto -aparte de sus servicios higiénicos deplorables- es la obligación de pagar estacionamiento. Nadie concebiría pagar por estacionarse en hospitales, cementerios, universidades y comisarías.
Por último, si el costo de este "servicio" fuese razonable, como lo era hace pocos años, y al menos se proveyera un grado de seguridad frente a robos y hurtos, la situación sería más llevadera y evitaría a quienes esperan pasajeros, el tener que estacionarse furtivamente en bermas y terrenos adyacentes.
Juan Enrique Pimentel Bunting
Niños con rabietas
Con pena e indignación pude ver el fin de semana pasado una terrible escena en el centro de entretenciones Happyland en Antofagasta. Todo sucedió cuando un pequeñito, que no sobrepasaba los cuatro años, fue mechoneado, golpeado y gritoneado por su "ejemplar" madre, todo porque el niño tenía miedo de subirse a uno de estos juegos.
Al ver a esa señora tan descontrolada y bajo ninguna reacción de los padres que veían esa escena, fui y la encaré para criticarla y de inmediato llamar a Carabineros en caso de repetir esa escenita. Como no esperaba otra cosa, fui insultado por esa persona que apenas se le entendía lo que hablaba por la furia que tenía. Yo no me quedé callado y debo admitir que le propiné algunos garabatos... ahí la "mamita del año" se calmó y dijo que el niño siempre le hacía escenas. Nunca llegó nadie del recinto para hacer nada, pese al escándalo.
Mi reflexión pasa por saber por qué no hay un sistema de cámaras que impida o denuncie estos hechos en un lugar tan concurrido?
Carlos Contreras
Transgénicos
La famosa Ley Monsanto, que fue aceptada durante el gobierno de Bachelet, tiene que ver con el gran peligro del avance de los alimentos transgénicos de todo tipo… Verduras, frutas, cereales, etc. Es un producto biológico modificado genéticamente que le están quitando el trabajo a los verdaderos agricultores porque vienen sin semillas y están contaminando nuestra salud con agentes cancerígenos y apareciendo malformaciones genéticas.
Acá en Antofagasta, los supermercados están discriminando a las personas por sector. Hemos comprobado que en el Jumbo del sector sur, por ejemplo, ponen un letrero a las naranjas cuando son transgénicas, en cambio en los supermercados del sector norte no dice por ninguna parte que usted señora, señor, está llevando un transgénico a su hogar. También hemos comprobado que en la Vega también están comercializando estos productos. ¿Será que están mandando a las regiones del norte más de estos productos que a otras partes?
Me pregunto: ¿en qué están las autoridades de salud al no supervisar ni fiscalizar el etiquetado.
Myriam Richards M.