El amor a los niños abandonados
"Debemos agradecer a las fuerzas del universo que unieron a estas dos mujeres en el amor a los niños".
He leído tantas historias de hembras animales que cuidan a cachorros de otras especies cuando muere la madre o ésta los pierde o simplemente los abandona. Así, hay mujeres con este instinto que son capaces de sacrificarse por amor a los niños de otros que están desprotegidos.
Hablo de lo positivo, de quien al ver un niño golpeado brutalmente y abandonado en el hospital, no pudo dejarlo ahí y se preocupó de darle otro lugar donde fuera tratado cariño y tuviera los cuidados necesario.
Así nació el hogar "Amor y vida" de Patricia González Bravo que, con ayuda de algunas empresas y del municipio de entonces encabezado por Daniel Adaro fundó una institución sin fines de lucro, compró un terreno y empezó su lucha por darle cariño y protección a los niños que lo necesitaban.
Desgraciadamente, cuando Daniel Adaro dejó el municipio, se acabó esa subvención; marginación de los fondos estatales del municipio que duró cuatro años.
Afortunadamente, llegó Karen Rojo como alcaldesa, quien con su sensibilidad y calidad humana restableció la ayuda a "Amor y vida".
Y no sólo, se comprometió profundamente con esta causa, lo hizo con amor. Muchos vieron su emoción en la ampliación del recinto, originada por su sensibilidad de mujer joven y alma de niña grande.
Nadie es perfecto, pero hay unos mejores que otros y debemos agradecer a las fuerzas del universo que unieron a estas dos mujeres en el amor a los niños.
Seguramente hay muchos niños más en estado de sufrimiento y abandono y no todos pueden tener acceso a un lugar así.
Ojalá, surjan más iniciativas como ésta. Ya conocemos la labor de Don Orione y Santa Clara, pero nunca es suficiente para tanto dolor.
No puedo dejar de felicitar a Patty por todo lo que ha hecho en menos de ocho años y con gran sacrificio de su parte. Se merece todo el cariño que quienes la conocen de cerca o de lejos le podemos dar.
Pedro Arturo Zlatar Escritor