Ancestros copiapinos de Sabella
Andrés Sabella Gálvez siempre con orgullo ostentó a los cuatro vientos su ancestro palestino y copiapino.
También reconocerá la pionera epopeya fundacional de su puerto natal, diciendo: "Antofagasta es hija de Copiapó, porque de estas tierras salió vuestro/nuestro Juan López a la historia, fundando lo que fue Peña Blanca y La Chimba para concluir en Antofagasta: copiapina renacida en medio de las arenas y acunada por la pura salmodia del mar".
El propio López, dirá en carta a una autoridad boliviana, "De este puerto yo fui la primera piedra angular".
Su abuelo materno fue Antonio Gálvez Núñez, quien fue minero copiapino, laboró en la rica mina de plata "Buena Esperanza", en la época de pleno auge del legendario "Tres Puntas".
En la vecina placilla Chimberos se casó con Delfina Tello, allí nació la madre de nuestro poeta y sus tíos: Eduardo, Antonio, Fidel y Martina Gálvez Tello.
Sabella recuerda: "Mi abuelo Antonio que amaba a las minas, también fue admirador de las faenas del bórax, al interior de Copiapó". El vate nortino, en fragmento de su poema "Elegía por unas botas mineras", dice: "¿Cuál era su historia de riscos y arenales? / ¿Corrieron alicantos con mi abuelo?".
Las familias Gálvez Tello atraída por el auge salitrero antofagastino, emigrando: los Tello se establecieron en Taltal y los Gálvez en Antofagasta. Allí la hija Carmen Gálvez contrajo matrimonio con el comerciante palestino Andrés Sabella.
Antes de cumplir siete años perdió a su madre. Desde entonces lo acompañó su tía Martina. Ella que no tuvo hijos, adoptará como suyo a nuestro poeta, brindándole amor, ternura y solícitos cuidados. Agradecido de ella dirá, "Es el bien que me regaló la vida al morir mi madre. Desde entonces vamos juntos".